
El Colibrí
En un gran bosque de bambú, a causa de razones desconocidas, comenzó a desatarse un enorme incendio. Las llamas eran cada vez más grandes y se llevaban todo por delante.
En medio de ese caos, un pequeño colibrí voló al río, abrió su piquito, lo llenó con una gotita de agua y regresó al incendio con la intención de apagar el fuego. Repitió el proceso incansablemente, yendo y viniendo una y otra vez, a pesar, de que el fuego no parecía reducirse ni un poco.
Los otros animales, que estaban viendo lo que sucedía, le dijeron al colibrí:
-Oye, ¿por qué estás haciendo eso? ¿Cómo crees que con esas gotitas de agua puedes apagar un incendio de tales dimensiones? ¡Jamás lo podrás lograr!
El colibrí, sin desanimarse, les respondió:
-El bosque me ha dado todo y tengo un inmenso amor por él. Yo nací en este bosque que me ha enseñado el valor que tiene la vida. Este bosque me ha dado todo lo que soy y tengo, es mi origen y mi hogar, por eso voy a dar lo mejor de mí mismo en cada momento.
Los animales se quedaron conmovidos al escuchar al colibrí, y poco a poco muchos de ellos comenzaron a sumarse a los esfuerzos del colibrí para apagar el incendio. No todos. Muchos de ellos, aunque el bosque también era su hogar, decidieron no intentarlo. Pero a medida que más y más animales comenzaban a tirar agua a las llamas, el fuego empezó a decrecer y, finalmente, el incendio se apagó.
Recuerda que: “Tus acciones pueden parecer pequeñas, pero no tengas dudas de que tienen poder. Incluso aunque tus gotas de agua solas no puedan apagar el incendio, pueden conseguir algo mucho más importante: ¡SER LA VACUNA!
El incendio del relato sólo se pudo apagar cuando muchísimos animales entendieron la importancia de hacerlo. Y eso fue el mayor logro del colibrí.
Tú puedes ser el colibrí. Nunca te des por vencido, porque tus acciones y tus ejemplos siempre pueden ayudar a cambiar el mundo. Recuerda:
“No subestimes las gotas, porque millones de ellas forman un océano. Y además: “Todo acto que con amor realizamos, regresa a nosotros multiplicado”.
Desde el colegio os proponemos hacer vuestro propio colibrí y ponerlo en vuestras ventanas, balcones, terrazas… Que se vea bien, para mostrar nuestro símbolo de crecimiento y superación personal.
También os animamos a que nos mandéis vuestras fotos para poder compartirlas en le blog y que todos disfrutemos de las creaciones, grandes ideas y corazones de los demás.
Gracias por ser y estar.
Texto; Leyenda de origen maya, propuesta realizada por Irene Eugercios.