
Minijardines
Desde el arte humilde. Sí, lo sencillo frente al arte de grandes movimientos, En un intento de mantenernos en equilibrio en medio de la zozobra. Durante el confinamiento. Dimos valor a lo íntimo y pequeño. Un jardín mínimo. Un fogonazo de algo diminuto con vida y casi detenido en el tiempo por su quietud. Quizás el reposo exige una contemplación estética donde el tiempo se detiene en escenarios simples.
Con una tapa de algún tarro, un tapón, o bien una concha como en este caso pudimos crear un mini jardín, con lo que teníamos más a mano en casa.
Participación artística que se lanzó como se lanzan los mensajes al mar en una botella a través de un blog colaborativo del Colegio Ardal: Laboratorio de Arte Verde. Iniciativa en favor de la educación ambiental y la participación, en torno a diferentes ideas artísticas.
Gracias a los participantes de fuera y dentro: Mito-Art, Pluma y arroba, Clil Phonics, Claudia Uzkuras, Niños y niñas del colegio El Ardal, Innatura, Amadahi, Miriam Serrano, Lidia Rodriguez, David Giménez entre otros.
Texto janet V. Tribouillier