
Cultivando voy, cultivando vengo…
Cultivar verduras, plantas o flores va mucho más allá del objetivo de recoger una cosecha es un proceso muy rico y creativo donde los niños aprenden a cuidar a esperar a proteger y a venerar.
Aprenden que la naturaleza y que todos los seres están relacionados; agua, viento, tierra, sol, lombrices, pájaros, ovejas, caballos… Todos y cada uno son necesarios y se necesitan los unos a los otros incluidos nosotros los humanos.
Este real contacto y cuidado de la naturaleza es la primera siembra para una futura conducta ecológica y medioambiental en la vida adulta.
Hemos empezado a cultivar y arreglar jardines. Dentro de nada a protegerlos de las heladas. Dentro y fuera del invernadero. Con grandes ideas, ganas y mucha colaboración ya que se ha convertido en un trabajo interdisciplinar. Haremos como decía el poeta Leopoldo Lugones; Deja caer las rosas y los días una vez más, segura de mi huerto.
Texto David Sanz