
Desde el corazón, con las emociones en la mano.
El Ardal trata de poner la emociones como centro de sus reflexiones, acciones educativas y parte importante de la educación escolar. Es necesario ya que sabemos que los sentimientos afectan nuestros Ser en el aula. Desde nuestro rol de educadores es importante que estimulemos el desarrollo una visión crítica frente al manejo de las emociones, desde una visión comunitaria siempre que sea necesario. Partimos de la necesidad de hacer una práctica educativa donde el compartir con otros compañeros/as sea útil para afrontar las distintas situaciones que pudieran surgir en el entorno escolar.
Una asamblea es una actividad escolar cuya finalidad principal es tanto los alumnos cómo los maestros analicen, reflexionen y debatan acerca de todo tipo de temas vinculados con la convivencia, las tareas escolares o normas de los juegos entre otros temas cotidianos que necesitan acuerdos.
La asamblea es un lugar dónde se expresa abiertamente las ideas propias como las opiniones personales libremente, aceptando las diferencias y desde el diálogo.
A través de estas prácticas educativas conseguiremos que nuestros alumnos sean capaces de:
Dialogar y debatir de un modo ordenado.
Comunicar con libertad sus propias opiniones, pero teniendo cuenta a l otro.
Comunicar sentimientos. Lo que nos gusta o no, cuales son los limites para crear una buena convivencia.
Se analiza la implicación al resto de sus compañeros.
Pero sobre todo entre toda la comunidad buscamos llegar a aquellos acuerdos, estrategias, opciones que posibiliten las mejores decisiones que tomamos en el grupo y que influyen en el otro.
Es necesario que los conflictos se transformen en algo sanador y constructivo, para ello se crean dinámicas que quedaran en nuestra memoria o mejor dicho en el corazón para siempre. Para comprender mejor como son estas asambleas quizás este texto maravilloso de Antonio Rodríguez lo ilustre desde los movimiento del cerrazón. Siguiendo los latidos de nuestro cerrazón desde el primer sístole, replegándose hacia uno mismo; diástole, hacia fuera y de fuera hacia dentro; sístole, me encuentro a mi mismo; diástole, desplegarse y llenarse del otro; sístole, me encuentro con mi yo; diástole, me impregno del misterio del otro. Sigamos pues los movimientos del corazón social y afectivo de la escuela.
Sesión de cumplidos, desde el anonimato afirmaciones positivas, y regalos para el otro:
Texto y fotos: Janet Val